miércoles, 29 de marzo de 2017

Anónimo viene de anémona

El Che en su lugar
Una madre visita la escuela de su hijo. Ha pasado la mitad del curso y le preocupa que del total de clases que el muchacho tenía que haber recibido, siendo generosos, sólo anda por un veinte por ciento.
El muchacho no es un seboruco. Aprendió a leer y escribir por su cuenta antes de empezar la escuela. Con siete años, su libro favorito era Las aventuras de Tom Sawyer, además de ser un apasionado del antiguo Egipto. Sus padres siempre fueron respetuosos con sus inclinaciones. Si el niño se iba por la carpintería, pues que Jesús lo bendiga. Y si sentía afición por el trinitrotolueno, aunque esté pasado de moda, que Alá lo proteja y lo guíe por la senda de los excavadores de montañas.

lunes, 27 de marzo de 2017

Sueños de crucero

Crucero dentro de Jarrón Roto
Hoy me levanté con ganas de ser turista. Busqué mi hucha y la rompí en los mil pedazos de la miseria y el poco a poco.
Mi hucha no es un cerdito modelo, de esos tan sonrosados que mueven el celo vegetariano y hacen considerar por unos segundos acabar el resto de la existencia rumiando el marabú de los campos desolados y desnutridos. No. Mi hucha es una vieja tinaja heredada con el monstruo que nos sirve de hogar, una de esas tinajas que guardaban el agua clara de los filtros que reposaban sobre su boca abierta al cielo, como un pez que aspira a ganarse la otra vida cuando lo sacan del mar mientras su eslabón inmediato en la cadena alimenticia le rasga las entrañas para sacarle el anzuelo que desprestigió su hábitat.

domingo, 12 de marzo de 2017

Gallina para presidente

La Gallina Fortunata
Clueca Press. En un hecho sin precedentes, aprovechando los cambios que han tenido lugar en el país después que falleciera el último de los representantes de un gobierno que se extendió por más de cinco décadas, una gallina acaba de postularse como candidata a la presidencia.
En sus primeras declaraciones, la gallina Fortunata alegó tener pleno derecho a ser elegida por considerar que su especie es la única que ha demostrado tener conciencia social en la isla. “Aunque no se ha reconocido públicamente, sólo nosotras fuimos capaces de convocar las huelgas que mantuvieron en vilo a la nación, en momentos en que la mayoría de los ciudadanos optaron por el silencio, la sumisión o el exilio”, señaló.
Fortunata es descendiente de una de las gallinas cuyos huevos fueron utilizados para el bombardeo de las casas de la escoria en los llamados “actos de repudio” o “actos de reafirmación revolucionaria”. Escoria fue el término utilizado para calificar a los ciudadanos desafectos al antiguo régimen, que aprovecharon la crisis del Mariel en 1980 para irse del país.

martes, 7 de marzo de 2017

Soyurmultfilm

Lenin y el Soyur
A veces padezco de un optimismo desmesurado, aunque reconozco que no me gusta la palabra optimismo. Alguien dijo una vez que un pesimista era una persona que había vivido demasiado tiempo junto a un optimista, y no me gusta la idea de que alguien se deprima por mi culpa.
Si no fuera porque existen los juegos de palabras y porque se han multiplicado las acepciones de lo obvio, hace mucho hubiera quemado todos mis libros, lo cual es como decir: quemar todas mis naves. Estaremos de acuerdo en que incinerar las naves estando en pleno océano ni siquiera es un acto de locura: es un doctorado en imbecilidad.

viernes, 3 de marzo de 2017

Juanqui

-Segunda parte o The Long and Winding Road-


Viejo, el plan de las dictaduras es muy sencillo:
Privar de la condición humana a los que manda. Y es fácil.
Primero quita toda esperanza en el permanecer y segundo hace que todos
desconfíen de todos. Con estas dos metas cumplidas,
el propósito está logrado. Sin esperanza y sin confianza en el futuro
y tus semejantes no se puede reconstruir la sociedad que esperamos…
Juan Francisco Pulido.*
Mensaje enviado a su padre el 20 de noviembre de 2000.
Matarrata
Juan Francisco Pulido se suicidó en Minnesota en febrero del año 2001. Había partido hacia los Estados Unidos en 1999, luego que fuera expulsado de la universidad y resultaran infructuosas sus reclamaciones. También fue detenido por la Seguridad del Estado. Persona non grata y punto. Cambio y fuera.
Cuando su mamá, Elisa Martínez, regresó del sepelio en Miami, me visitó en mi casa pues yo guardaba reposo absoluto apresado en un corsé ortopédico y una minerva. En esa visita, no pude preguntarle detalles. Otra visita inoportuna tronchó nuestra cercanía.
Poco después, su hermano Carlos fue a verme. Me llevaba unos libros que Elisa me había dejado. Por él me enteré que sus padres se habían ido definitivamente. Pasarían algunos años antes de que pudiera reunirse con ellos. Puesto que, por muchas razones, me considero parte de la familia, le pregunté si sabía las causas de una decisión tan radical en alguien lleno de juventud, talento y futuro. Carlitos me dijo que Juanqui había sido violado cuando estuvo detenido, pero me pidió que guardara para mí la noticia. Nunca más he vuelto a verlos ni pude corroborar directamente algo tan terrible.

jueves, 2 de marzo de 2017

Juanqui

-Primera parte-

Hay dos caminos para hablar de la confianza en los hombres:
el primero, ir confiando en todo el mundo y salir herido
y el segundo, no confiar en nadie y salir herido también.
Yo escojo el primero porque nos da la oportunidad de dar…
Juan Francisco Pulido.*
Mensaje enviado a su padre el 17 de noviembre de 2000.
Juan Francisco Pulido
Y con el tiempo, la muerte… Llega la muerte y danzamos junto a ella. Alguien muere, y nuestro dolor se convierte en un homenaje a lo inexplicable. Sublimamos la ignorancia, y nos enrolamos en un cuerpo a cuerpo con ese fantasma que es el miedo puntual, tan puntual como puede serlo un granillo derivado de la incompetencia de la pubertad. Todo lo que sucede nos refleja. El dolor compartido es, en última instancia, dolor y miedo propios. Y eso es a un tiempo nuestra ventaja y nuestra desventaja.
La vida luce situaciones límite en las cuales parece que algún espíritu burlón nos ha colocado en salva sea la parte, un embudo que agolpa en su gaznate los diez mil litros de titubeos que exigen una determinación drástica y única, tajante como si la vida entera dependiera de esa circunstancia apresurada. Me gustaría saber, precisamente, el límite de esa situación, la dependencia que hacemos de los momentos ápices que, sin proyectarlo, planificamos y deseamos pero nunca realizamos. Me pregunto hasta qué punto nos sentimos integrales con determinados sucesos sólo con el fin de aliviar por esa espita las tensiones acumuladas por la imprecisión del lenguaje, por ese afán de hacer reventar las nebulosas y los inconvenientes y, lo más terrible, por vivir de parásitos de la muerte.